14.4.10

May Lola cure you



Diversas menudencias me entretuvieron offline, varias agradables pero una no: angina machaza. Un simpático grupo de virus decidió instalar una colonia de vacaciones en mi amígdala izquierda, así que unas bacterias con toda la onda montaron una rave en la derecha. Llegó la policía leucocita y batalla campal. Yo, extraño a todo esto, me entretenía en descifrar los misterios de la evolución; al parecer estos infraseres no comprenden que se están metiendo con el Rey de la Creación, expresión que distingue a la especie humana como la única capaz de ser sofisticadamente bobalicona.

Pero por suerte somos monos ingeniosos ¡Inventamos los antibióticos! Y me parece que esta experiencia la ha hecho cualquiera que haya pasado una enfermedad, a saber: viene el médico y receta sin mucha pompa un antibiótico y alguna otra pastilla más para una enfermedad que es desagradable (en mi caso realmente una ordalía) mas no mortal. Rutina.

Pero uno es curioso, y además es un acto de responsabilidad leer un poco lo que uno se va a meter en el cuerpo. Así que agarra el prospecto y lee:

Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a tomar este medicamento

Ajá, está dirigido a mí. O sea que el doctor me lo recetó pero yo tengo que leerlo antes de tomarlo. Supongo que esto funciona como una especie de contrato entre el productor del medicamento (laboratorios multinacionales preocupados por mi salud) y el puntual individuo. Sensato.

Leemos entonces y luego de algunas normales recomendaciones viene el sacudón: qué puede pasar si te lo tomás. Llamémoslo Mongomicina Comprimidos e inventemos los nombres de los principios activos, que es para todos más o menos la misma historia:

Antes de tomar Mongomicina – No tome Mongomicina Comprimidos:

-Si es alérgico a la pelotudamida mongocloruro o a cualquiera de los componentes de Mongomicina Comprimidos.


Hum, ya empezamos mal ¿Cómo cornos sé si soy alérgico a todos y cada uno de estos sofisticados nombrecitos? Debe ser que soy un pedazo de irresponsable que nunca se hizo un test para saber si la pelotudamida le hace mal o el mongocloruro lo deja para atrás. Pero la cosa se pone más siniestra:

Al igual que otros grupos de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central, puede producirse Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM), caracterizado por fiebre, alteraciones extrapiramidales (síndrome de Parkinson, espasmos de los músculos de la cara, del cuello y de la lengua, incoordinación de los movimientos voluntarios y dificultad para mantenerse quieto), inestabilidad autónoma nerviosa y aumento de los marcadores de destrucción muscular

Ya el nombre Síndrome Neuroléptico Maligno me hace pensar en zombies. Por curarme una angina me puedo quedar haciendo muecas como la cabeza cortada de Luis XVI. La dificultad para quedarme quieto no me inquieta (jo jo) ya que soy más bien movedizo, pero no sé, los movimientos preferiría coordinarlos, ¿no? Como para no meterme el cigarro encendido en el ojo. En cuanto al resto, se supone que un ciudadano común sabe si tiene los extrapiramidales alterados, pero lo de la destrucción muscular es bastante explícito: no debe ser nada agradable.

Todo el párrafo parece ya una indicación del más elemental sentido común: "macho, mejor te tomás un vino, que eso mata todo". Lo interesante es que un prospecto tan meticuloso no menciona exactamente cuántos casos ha habido de gente a la que le haya pasado esto. Porque mucho reírse pero si lo mencionan es porque a alguien le habrá pasado ¿no? Obsérvese que encabeza semejante lista de síntomas tétricos un escuetísimo "puede".

Y después me vienen con el control de la marihuana.

Pero por suerte hay sensatas recomendaciones:

Por lo tanto, se deben tomar precauciones si aparece fiebre, uno de los síntomas del SNM, y se debe suspender el tratamiento (...) si se sospecha de SNM

Pero a ver hermano, ya tengo fiebre, lo normal cuando uno está enfermo ¿Semejante despelote causa el Síndrome Maligno ese y lo único que se te ocurre señalarme como señal de prevención es "fiebre"? ¿Y cuáles precauciones tengo que tomar, elegir el geriátrico y hacer testamento?

Y hay más:

En caso de producirse metahemoglobinemia (cuyos síntomas son coloración azulada de la piel y mucosas, náuseas, cefaleas, mareos, agitación, taquicardia y somnolencia) el tratamiento con pelotudamida deberá ser retirado inmediatamente y (...) tendrá que informar a su médico.

¿Coloración azulada? Tampoco en este caso me indican qué probabilidades tengo de quedar como un Teletubby apaleado, sólo me indican cortésmente que "puede fallar".

Todo esto debería ser suficiente, pero más adelante el prospecto describe los...

POSIBLES EFECTOS ADVERSOS

¿Y los de antes qué eran? ¿Efectos especiales?

Al igual que todos los medicamentos Mongomicina Comprimidos puede tener efectos adversos, aunque no todas las personas lo sufran.

Didáctico, y con el mismo nivel de precisión. A esta altura jugar a la ruleta rusa o irse de gira por Afganistán vestido de frac parecen opciones más predecibles.

- Este medicamento puede producir somnolencia, disminución del nivel de conciencia, confusión, alucinación, fatiga y diarrea.

- Pueden producirse síntomas extrapiramidales (...) especialmente en niños y adolescentes incluso después de una administración única del fármaco.

- Incoordinación de los movimientos voluntarios (potencialmente irreversible) durante o después de tratamientos prolongados (...)


"Potencialmente irreversible" es otra expresión que al parecer no necesita la menor explicación: te puede pasar y punto.

El párrafo subsiguiente brinda la primera precisión, por así llamarla: En muy pocas ocasiones pueden ocurrir: Y ahí se manda una serie de síntomas con los que no voy a aburrir, pero incluye crecimiento anormal de la glándula mamaria masculina, con lo que ya me estoy quejando por caprichos estéticos, lo sé.

Ahora bien, esto puede ocurrir en "muy pocas" ocasiones ¿Lo anterior es en simplemente "pocas", "algunas", "unas cuantas"...?

Todavía me queda el segundo medicamento: Garomperán 500 mg, con el que no voy a aburrir abundando, sólo una cosa es matemáticamente calculable: si tomando una pastilla me arriesgo con una fantasmal probabilidad a ligarme uno o varios "síntomas adversos", tomando dos esa fantasmal probabilidad se duplica.

Y una sutileza para mencionar en el prospecto de Garomperán 500 mg: sus posibles efectos adversos se cuentan por decenas, entre los cuales: alergias graves, visión borrosa, pesadillas, alucinaciones, infecciones en la boca por hongos, pérdida de la audición normalmente reversible con la interrupción del tratamiento (otra vez esos adverbios: "normalmente" quiere decir que "en casos anormales" te podrías quedar sordo de por vida) y otras bellezas. Pero simulando elegantemente esa precisión que ávidamente buscamos los divide en:

Más frecuentes

Menos frecuentes

En raras ocasiones

Excepcionalmente

Raras veces


Como ninguna de estas clasificaciones significa nada sino en relación a las otras según orden de aparición (sin contar con el hallazgo lingüístico que supone diferenciar "veces" de "ocasiones"), tengo que concluir que puedo quedarme sordo o desarrollar una alergia grave con una probabilidad que está en segundo lugar (menos frecuentes) respecto del total de rangos. Tranquilizador.

En definitiva: nos están informando con toda calma que puede pasar cualquier cosa.

Me pregunto sin ser ni de lejos un experto en salud pública sino desde el más chato sentido común: la gravedad y cantidad de todos estos sintomás adversos ¿no amerita una información mucho más precisa? ¿Qué ocurre si le toca a uno vivir algunas de estas fascinantes experiencias? ¿Qué regulaciones o protocolos se aplican para obligar a los laboratorios a limitar estos "efectos adversos"?

El pesado del blog

Seguramente el pesado del blog se mandará ahora una torcida perorata anticapitalista apoyada aviesamente en estas menudencias. Nada más lejos de mi intención: todos sabemos que el problema radica en el estatismo populista-chavista que gobierna el mundo y no permite a Sanofi Aventis o Boehringer Ingelheim o cualquiera de estas pujantes empresas desarrollar la iniciativa privada. Pobres.

De hecho se trata de una muestra acaso un poquito torcida de socialismo: cuando se trata de los bienes y las riquezas el capitalismo es celosamente privatista, pero a la hora de pagar deudas y sufrir males no hay sistema más socialista que el capitalismo.

Nos venden que el "libre mercado" es un sistema democrático. Esto sería cierto si en el mercado todos los actores tuvieran el mismo poder, pero no es así, por eso el famoso "libre mercado" no existe, es una ficción ridícula con la que nuestra experiencia diaria choca todos los días: el mercado está rigurosamente controlado. Los asépticos prospectos médicos funcionan como reaseguro frente a cualquier reclamo: ya sabés qué te puede pasar. Y no hay opciones porque nadie puede desbancar competencia mediante a multinacionales con una influencia demoledora, no es negocio sensato.

Por supuesto que si un laboratorio vende veneno puro no le será posible mantenerlo en el mercado, pero la posibilidad de afectar a sectores de la población débiles y sin influencia brinda a una multinacional un margen de maniobra cómodo para joderle la vida a más de cuatro sin pasar mayores problemas. Y estoy hablando del occidente "desarrollado", ya no de esos continentes de cuarta como Africa donde cargarse directamente a unos cuantos conejillos de indias es lo más barato.

Y por si fuera poco, ahí están los babiecas de "izquierda" que llaman a este efecto perverso del capitalismo sobre la salud pública "ciencia", y promueven la vuelta al chamanismo y la pelotudera brujeril. Porque encima de todo estos medicamentos representan un lujo que muchos no pueden darse.

Me quedo pensando cuánta gente habrá sido violentada, molestada, dañada temporal o permanentemente por estos "efectos adversos". Me quedo pensando si yo estaré entre los casos que zafan o los "más frecuentes", los "menos frecuentes" o los "raros muy rarísimos justo justo te tocó a vos, che".

Porque sí: es hora de tomar la phuking pastilla.